Fecha: 23 febrero, 2021 Por: Victor Noe Comentarios: 0

2020 tuvo un panorama desalentador para la apicultura en la Comunitat Valenciana en España: dicha región pasó de ser la primera a ser la cuarta en cuanto a producción de miel. Además, la modificación de la Ley de Ganadería penalizará a los apicultores que polinicen de marzo a mayo con multas de entre 3001,00 y 60000,00 euros.

Es por esto que La abeja es vida, organización que agrupa a pequeños y medianos apicultores de la Comunitat, protestó frente a la Conselleria de Agricultura de Valencia en diciembre del 2020, para exigir que se derogue dicho decreto y se deje sin efecto la modificación a la Ley de Ganadería.

Un entierro simbólico

Los apicultores de la asociación La abeja es vida se han trasladado con sus máscaras, uniformes, colmenas vacías y un féretro a las instalaciones de la Ciutat Administrativa 9 d’octubre en Valencia. 

En este entierro simbólico entregaron una carta a la Consellera de Agricultura para solicitar una solución para la apicultura y un diálogo con todas las partes, que incluya tanto a los grandes de la industria de los cítricos, como a apicultores y citricultores pequeños y medianos.

Prohibido polinizar en primavera: un mal decreto de 27 años

En 1993 se aprobó el decreto de la Pinyolà, que prohíbe la polinización cruzada de cítricos en la Comunitat Valenciana. Sin embargo, en los últimos años se ha pasado de un modelo que compensaba económicamente a los apicultores por no trabajar en los meses de marzo a mayo, a un modelo que penaliza la apicultura con multas a los pocos apicultores que quedan en la región.

Muchos de ellos también poseen granjas citrícolas y comprenden que es necesario que las abejas polinicen los árboles frutales. A pesar de esto, sus opiniones no han sido escuchadas por los políticos y legisladores de la Comunitat, que han preferido defender a los grandes de la industria citrícola.

Recogida de firmas digital

Además de la protesta simbólica, La abeja es vida lanzó una campaña digital a través de la plataforma Change.org y de su página web, para que personas de todo el mundo firmen la iniciativa y que no se criminalice la apicultura en la Comunitat Valenciana.

Desde el sector apícola de la región se condena la diferencia entre discurso y hechos, ya que la modificación de la Ley de Ganadería y el mantenimiento del decreto de la Pinyolà atentan contra la agricultura sostenible que se ha propuesto como modelo para España y la Unión Europea, y que es contradictorio que la permacultura y las iniciativas apícolas prosperen en las demás comunidades autónomas y fracasen en Valencia.

Alejandro Boronat, quien además de ser apicultor es el presidente de La abeja es vida y el principal promotor de esta iniciativa sostuvo que el decreto de la Pinyolà no se adapta a los tiempos actuales, pues es necesario promover la apicultura y el rescate de las abejas para el garantizarles un futuro sostenible a las nuevas generaciones.