Fecha: 30 junio, 2021 Por: Victor Noe Comentarios: 0

Imagen tomada de Pexels.com. Fotógrafo: Hebert Santos

Un experimento pionero realizado por InsectSense y el Wageningen Bioveterinary Research en Países Bajos usó abejas para detectar la presencia de los patógenos del COVID19.

Después del éxito de una primera fase se planea promover este método para países en vías de desarrollo, donde las pruebas PCR son escasas, costosos y toman más tiempo que el necesario para que una abeja entrenada descubra COVID19.

En su carrera por convertirse en el principal agente polinizador de la tierra, la evolución le otorgó a las abejas un olfato extremadamente complejo y refinado, que le permite identificar volátiles con una precisión de partes por millón.

Este olfato extremadamente sensible guía a las abejas a seguir el camino correcto hasta las flores con polen incluso si dichas flores se encuentran a varios kilómetros de distancia.

Condicionamiento pavloviano

El experimento fue llevado a cabo en el laboratorio de Bioseguridad de la Wageningen Bioveterinary Research y contó con la asesoría de científicos del Laboratorio de Entomología de la Universidad de Wageningen y de la Université Paul Sabatier (Francia).

Para llevarlo a cabo, tomaron 150 abejas de apicultores locales y las entrenaron para oler muestras de visones sanos e infectados. El clásico experimento de Pavlov que consistía en dar una recompensa después de un estímulo, sirvió para entrenar a las abejas para detectar las muestras de COVID: cuando olían muestras de visones con COVID eran recompensadas con agua azucarada.

Después de varios intentos y de ensayar distintos métodos para entrenarlas, las abejas tomaron el hábito de extender su probóscide cada vez que olían una muestra infectada, y los resultados arrojaron muy pocos casos de falsos positivos y falsos negativos.

Incluso en pruebas posteriores con muestras tomadas de humanos infectados y sanos, las abejas entrenadas extendieron su lengua en la mayoría de muestras positivas, indicando de este modo que es posible entrenar abejas para reducir a unos cuantos segundos el tiempo de detección de una prueba de COVID19.

Una alternativa económica

InsectSense ha desarrollado BeeSense, una máquina que puede entrenar a las abejas para detectar muestras con COVID sin que un humano se encargue de realizar los entrenamientos. Este método busca ser una alternativa económica a las pruebas PCR en los países con menores ingresos, donde los métodos actuales de detección son costosos y no llegan a todas partes.

Otro proyecto de InsectSense es Luminose, un biochip desarrollado en conjunto con la Universidad de Wageningen, que usará genes de insectos para tomar el equivalente a la huella dactilar de sustancias volátiles, de forma precisa, no invasiva y muy rentable. Dicho biochip servirá para reconocer la gravedad de distintas enfermedades en un lapso de tiempo asombrosamente corto.

Fuente: Universidad de Wageningen (wur.nl); vía Agencia Reuters.

Enlace: https://www.wur.nl/en/Research-Results/Research-Institutes/Bioveterinary-Research/show-bvr/Training-bees-to-smell-the-coronavirus.htm