Fecha: 8 junio, 2021 Por: Victor Noe Comentarios: 0

Cuando pensamos en abejas, la primera imagen que se nos viene a la mente es la de laApis Mellifera, un cruce entre abejas con aguijón de Europa exportada a casi todos los países del mundo y que es la más usada en apicultura.

Sin embargo, muchos ignoramos que la gran diversidad de especies de abejas que hay en el mundo. Brasil, por ejemplo, cuenta con al menos 300 especies distintas, la mayoría de ellas son melliponas, abejas que se caracterizan por no tener aguijón.

Las abejas endémicas del Brasil son muy importantes para el ecosistema y para la agricultura, pero en comparación con la Apis Mellifera europea, están poco protegidas y son cada vez más vulnerables al uso de pesticidas y agroquímicos.

El relato de Hans Staden, un marinero alemán que vivió con los nativos tupinambá en el siglo XVI, menciona que los locales usaban tres especies de abejas locales como alimentos o medicinas.

Se presta menos atención para las especies locales

Ya en el siglo XXI, el doctor en entomología Raoni Da Silva logró demostrar que las especies jataí, canudo y borá producen mieles con efectos antimicrobianos contra distintas afecciones que padecemos los humanos.

Muchos entomólogos e investigadores brasileños comprenden que es necesario proteger a las abejas endémicas del Brasil, ya que mientras más son estudiadas en las universidades y centros de investigación, se halla más evidencia de lo necesarias que son para mantener el equilibrio del medio ambiente y para que los agricultores tengan mejores cosechas.

Sin embargo, los programas brasileños que buscan proteger a las abejas se centran en las Apis mellifera, que es la que produce mayor valor agregado a través de los productos apícolas. A pesar de la poca atención que se le presta a las abejas brasileñas, cada vez son más los apicultores que empiezan a incluir a las melliponas brasileñas en sus colmenas.

Esenciales para la agricultura

La investigadora Generosa Sousa, del Departamento de Apicultura de la UESB, una universidad del estado norteño de Bahía, sostiene que muchas plantas endémicas y de explotaciones agrícolas dependen exclusivamente de la polinización de abejas brasileñas sin aguijón.

Las distintas especies de abejas locales son necesarias para la polinización de la cereza y los árboles de naranjo, así como para evitar la deformación del fruto de la fresa. Otro tipo de abejas sin aguijón locales pueden producir la llamada Polinización por zumbido, que libera el polen de las abejas cuando estas contraen los músculos del tórax. Este tipo de polinización beneficia especialmente al tomate y a las berenjenas.

El sector agrícola brasileño está matando a las abejas locales. Una de las principales causas son los monocultivos, como la soja o el maíz, que acaban con la diversidad de la que dependen las distintas especies de abejas brasileñas. Además de dedicar grandes porciones de tierra a un único cultivo, las fumigaciones aéreas contribuyen a que las melliponas brasileñas sufran un mayor trastorno de colapso de colonias que las abejas europeas.

El abuso de pesticidas también acelera el proceso de extinción de muchas abejas locales y y son numerosos estudios han demostrado que los agroquímicos usados en Brasil afectan más intensamente a las pequeñas abejas locales que a las Apis melliferas.

Fuente: Agromeat.com