Fecha: 7 octubre, 2020 Por: Claudia Carrillo Comentarios: 0

Los panales de abeja siempre han resultado fascinantes. La complejidad con la que estos laboriosos insectos construyen sus colmenas, ha tenido consternada a la comunidad científica durante años por no saber cómo logran tales proezas.

Así que, ¿Como hicieron las abejas para convertirse en los genios arquitectónicos del reino de los insectos? ¿Acaso cada colonia tiene su propio arquitecto maestro, encargado de dirigir la construcción de la colmena? ¿O quizás cada abeja obrera sigue inconscientemente una serie de instrucciones programadas de forma individual?

De acuerdo a un estudio desarrollado por un grupo de científicos liderados por el Instituto Andaluz de Ciencias de la Tierra, un centro mixto entre el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y la Universidad de Granada (UGR), la respuesta descansa en los modelos matemáticos que rigen la formación de cristales.

Hasta ahora, solo sabíamos que las abejas construían sus colmenas colocando celdas nuevas en la punta de cada “piso” del panal, pero no teníamos una explicación sobre como las abejas formaban los patrones que vemos en sus colmenas. Incluso se pensó que estaba involucrada una especie de comunicación entre las abejas obreras, presumiblemente a través de señales químicas.

Según el comunicado publicado por el CSIC en su página web: estos panales siguen las mismas reglas básicas que hacen que los cristales se formen en un patrón en espiral. Básicamente, cada abeja lo que hace es seguir un algoritmo.

Una abeja que construye sus panales de forma peculiar, fue la que reveló la respuesta

Las abejas del género Tetragonula pueden encontrarse en Australia. Estas polinizadoras no tienen aguijón,  pero compensan sus deficiencias en el área defensiva al construir fascinantes fortalezas de cera cuya belleza ha cautivado al Internet desde hace tiempo.

Las abejas hacen lo mismo que sus primas de otras especies: agregan nuevas celdas a los límites de cada panal, el cual es luego llenado con un huevo y sellado antes de repetir el proceso. Pero en este caso, la morfología resultante es similar a la que se ve en el crecimiento de cristales, donde los cristales van creciendo en capas de átomos o moléculas que se sobreponen entre sí.

Fue estudiando a estas abejas, que los científicos descubrieron el secreto tras estás complejas construcciones y patrones. Todo sin que las abejas tengan algún plan previo, ni se vea en la necesidad de coordinarse entre sí con las otras obreras.

Los panales de Tetragonula carbonaria presentan sorprendentes patrones que pueden ser espirales, dobles espirales, o con forma de diana”, explicaron dos de sus investigadores Bruno Escribano Salazar y Antonio J. Osuna Mascaró.

Para su investigación, los científicos simularon la construcción de un panal en espiral usando un algoritmo inspirado en las moléculas que se agregan en un cristal. Cada simulación empezaba con un hexágono solitario.

Una por una, estas abejas obreras digitales fueron agregando nuevos hexágonos al panal siguiendo dos reglas sencillas: Las abejas pueden agregar un hexágono al frente (en la dirección del panal donde otras abejas han estado colocando celdas) siempre y cuando su nuevo hexágono estuviera más elevado que los circundantes; o, las abejas podían construir una nueva celda encima de una celda existente, siempre y cuando esa celda estuviera más o menos al nivel de las celdas circundantes.

La aplicabilidad de las matemáticas en la naturaleza

De acuerdo a los investigadores, la facilidad con la que su computadora fue capaz de recrear las colmenas en espiral de las Tetragonula demuestra que las abejas no están siguiendo un plan maestro. De hecho, simplemente están respondiendo a su entorno local de acuerdo a un par de reglas biológicas que fueron programadas en su comportamiento hace mucho tiempo.

Sabemos que los abejorros aprenden observando a otros; que el comportamiento de las abejas se ve afectado por sus estados emocionales, o que incluso pueden manejar conceptos como ‘igual’ y ‘diferente’. También existen evidencias de inteligencia a la hora de construir sus panales: solucionan los problemas ocasionales de la construcción y lo hacen de una forma flexible que sugiere que no actúan únicamente por instinto”, destacaron sus autores.

Pero ¿Por qué porque cosas tan dispares (cristales y abejas) son gobernadas por reglas similares? Probablemente no tendremos una respuesta hasta que podamos preguntarles personalmente a las abejas. Qué bueno que no tienen aguijón.

Fuente: Delegación del CSIC en Andalucía