Fecha: 11 agosto, 2020 Por: Claudia Carrillo Comentarios: 0

La miel es deliciosa y nutritiva, pero también es dinero ¿Cómo pueden obtener nuestras naciones beneficios por parte de la miel para reactivar sus economías golpeadas por la pandemia del coronavirus? ¿La apicultura podría ser la respuesta? A través de la cría de abejas, es posible obtener miel, otros productos de la colmena y más derivados tanto para consumo interno como para exportación. ¿Pero es esto suficiente?

Solo debemos fijarnos en el éxito que ha tenido la apicultura en otros países: justamente el año pasado, la contribución de las abejas melíferas a las agricultura de los Estados Unidos fue de 14.600 millones de dólares. La actividad apícola tiene potencial para impulsar el sector agropecuario, sin embargo, es necesario avanzar en su profesionalización

Dicho potencial es enorme, por ejemplo en Chile existen actualmente alrededor de 5.000 apicultores y ya han conseguido su primera exportación oficial de miel tipo gourmet a un gran mercado como es el de China. Aun así, esta cifra puede parecer pequeña comparada con la organizada actividad apícola que existe en Argentina que está valorada en cerca de US$180 millones anuales.

Incentivar e invertir en el sector apicultor en Colombia (donde hay poquísimas colmenas al compararse con países como Argentina) ayudaría mucho en crear un vasto potencial que pude acelerar el desarrollo rural por medio de una actividad económica lucrativa. Ya muchas organizaciones se encuentran apuntando hacia esta meta, pero aún queda mucho trabajo por hacer.

La apicultura como una actividad complementaria a la agricultura tradicional

El número de colmenas en Colombia se ha incrementado en los últimos años, pasando de 89.000 en el año 2009 a 140.000 en 2019, sin embargo, menos de 40% de éstas llegan a producir la cantidad mínima de miel para ser rentables, de acuerdo a estimaciones realizadas por Marnix Doorn, director del proyecto Salud Apícola 2020 Latam, en 25 kilogramos anuales.

Para asegurar el crecimiento económico, la apicultura se puede practicar de forma paralela con la agricultura tradicional, en el caso de que exista competencia en el sector agrícola o escasez de tierras productivas. Sin embargo, para hacer de éste un sector rentable, se necesita avanzar hacia la profesionalización de la actividad.

 “Armonizar el desarrollo agrícola con el apícola implica establecer regulaciones legales y técnicas para ambos sectores productivos, capacitando a los agricultores para el manejo responsable de los agroquímicos. Sin el inventario de todas las colmenas y la ubicación geográfica de los apiarios no es posible hacer la gestión sanitaria y ambiental de la apicultura”, explicó la doctora Mayda Verde, investigadora del Instituto Fraunhofer Chile Research.

Al respecto Fabio Diazgranados, presidente de Fedeabejas, acotó que «es importante que tengamos la posibilidad de ver esta coyuntura como una oportunidad para reinventarnos y explorar alternativas que nos ayuden a encaminar nuestra productividad, entendiendo que el campo y la apicultura deben ser un foco para la recuperación económica. Sobre apicultura sabemos mucho y aunque tenemos miles familias trabajando en esto, la falta de profesionalización genera que más del 78% no lleve un registro de su actividad lo que afecta directamente su productividad«.

Como podemos ver, la apicultura es una actividad económica que puede mejorar la vida de los residentes del campo y perfeccionar los métodos de agricultura existentes.

Fuente: Por Laura Vita Mesa para Agronegocios