Fecha: 27 junio, 2020 Por: Claudia Carrillo Comentarios: 0

El nuevo presidente de Uruguay, Luis Lacalle Pou, asumió el cargo en Marzo de este año. En su discurso inaugural habló sobre la importancia de “no hacerse la vista gorda” con el medioambiente.

Lacalle Pou tendrá que hacer realidad una intensa agenda que es deuda desde gobiernos anteriores. Esto incluye asuntos sociales, económicos y sobre todo, ambientales. Por supuesto, también está el desafío frente a la pandemia por coronavirus que ha puesto a temblar a todo el continente latinoamericano.

A pesar de esta situación, el nuevo presidente ha mostrado una visión de compromiso con los problemas ambientales. Eso ha quedado demostrado con la propuesta para crear un Ministerio del Ambiente y el Agua, que acaba de ser aprobada por unanimidad por el parlamento.

Este nuevo ministerio asumirá las competencias que tenían la Dirección Nacional de Medio Ambiente y la Dirección Nacional de Aguas. Esto ocurrirá cuando el Poder Ejecutivo termine de promulgar las leyes que se encargarán de regirlo para el próximo mes de agosto.

Los problemas ambientales existentes

Los problemas ambientales que enfrenta Uruguay en la actualidad incluyen, el uso excesivo de productos químicos por el sector agrícola (y que bien sabemos cómo afectan a las abejas), los residuos sin tratar arrojados en el agua potable de las principales ciudades y el avance de la deforestación.

Pero estos viejos problemas se ven empeorados por la privatización y mercantilización de la naturaleza. Más de dos décadas han pasado desde que los cultivos comerciales genéticamente modificados, empezaron a plantarse en el país y más de 30 años desde que los productos agroquímicos empezaron a contaminar el agua potable de Montevideo.

La raíz de estos problemas permanecerá mientras los capitales transnacionales fluyan hacia la agricultura y busquen consolidar la tan sonada “comercialización” de la naturaleza, la cual prioriza el intercambio de valor sobre el valor de uso.

El compromiso del nuevo gobierno con la naturaleza

Luis Lacalle Pou siempre ha impulsado la agenda verde. En su época como diputado, intento hacer realidad un proyecto de ley bastante parecido al que hoy ha sido aprobado. Lamentablemente, en aquel entonces, no tuvo éxito.

Pero ahora es posible saldar la deuda del gobierno con el medioambiente. Uruguay está comprometida con los Objetivos para el Desarrollo Sostenible de  la ONU. Sin embargo, muchas de las metas no se han alcanzado.

Muy poco podían hacer los organismos existentes por la protección del bien ambiente si no poseían el aparato de leyes y los órganos institucionales para que se pudiera llevar a cabo dicha protección. El nuevo Ministerio de Ambiente, tendrá potestades que facilitarán la sustentabilidad ambiental de la nación.

Hay mucho optimismo alrededor de toda esta propuesta ya que se espera que se traduzca en un medioambiente y mares (ya que Uruguay posee una amplia plataforma marítima) más sanos. Esta es una oportunidad histórica de tener un gobierno Uruguayo comprometido con el ambiente y los océanos.

Un futuro verde es posible en Uruguay

Aunque Uruguay no es un actor principal en el escenario del cambio climático, es un ejemplo para el mundo. Esto gracias a su matriz de energía casi completamente libre de emisiones de carbono: El 98% de su generación de energía proviene de fuentes hidráulicas, eólicas y solares, llegando incluso a exportar sus excedentes.

La creación de un Ministerio del Ambiente es un gran triunfo, pero por si solo no será suficiente para resolver los conflictos socioambientales en una sociedad que exige cada día más, especialmente porque este país Latinoamericano se promueve asimismo como “Un Uruguay Verde.”

Es necesario replantearse el destino del país. Uruguay podría convertirse en una gran planicie de monocultivos con ríos contaminados o limitar el crecimiento del negocio agrícola, y hacer énfasis en la agricultura orgánica y en la protección de sus tierras, ríos y mares.

Actividades como el turismo responsable, la pesca sustentable, la agricultura orgánica y las energías renovables, podrían generar empleo y riquezas para el país. Para lograr esto, el nuevo gobierno debe enfrentar los descontentos existentes en Uruguay e incrementar la transparencia alrededor de la información que atañe al medioambiente.

Lacalle Pou y su equipo parecen tener las respuestas. Sólo deben balancear las demandas de sectores como la agricultura y continuar con el apoyo al medioambiente que prometieron durante su campaña. Al hacerlo, el nuevo gobierno podrá ayudar a reforzar la reputación de Uruguay en Latinoamérica como bastión de la estabilidad.

Fuente: Diario La República